Caldo de pollo

Cómo hacer caldo de pollo

Sopa de pollo

Aunque normalmente solemos utilizar el caldo de pollo como fondo de otras elaboraciones como pueden ser sopas y arroces, hay muchas otras recetas en las que el caldo es protagonista como la que os vamos a enseñar a hacer en esta entrada, sopa de pollo con albóndigas.

Para hacer este plato necesitaremos estos ingredientes:

Sopa de pollo
  • Medio pollo (eviscerado y con piel)
  • 1 zanahoria (pelada y troceada)
  • 1 patata grande (pelada y troceada)
  • 1 puerro (lavado y troceado, solo la parte blanca)
  • 75 gramos de guisantes frescos.
  • Sal y pimienta (a discreción)
  • Harina de trigo.
  • 250 gramos de picadillo de pechuga de pollo.
  • 2 dientes de ajo.
  • Pan rallado.
  • Perejil fresco picado.
  • 1 huevo.

¡Vamos a cocinar!

Coceremos el pollo, la zanahoria, los guisantes, la patata y el puerro en una cazuela, cubiertos con agua durante aproximadamente una hora y media, estando atentos de quitarle la espuma que se forme y removiéndolo de vez en cuando.

Mientras se prepara el caldo podemos ir haciendo las albóndigas. Picaremos muy fino el ajo y el perejil fresco y pondremos la pechuga picada en un bol.

Añadiremos el ajo y el perejil, salpimentaremos y echaremos el huevo mezclándolo bien todo y echándole pan rallado para que ligue bien, pero sin echar demasiado.

Cuando todos los ingredientes se hayan ligado completamente haremos las albóndigas y las pasaremos por un poco de harina y las reservaremos.

Una vez se haya acabado de hacer el caldo, lo colaremos y cambiaremos de recipiente y volveremos a ponerlo a fuego medio y cuando rompa a hervir echaremos todas las albóndigas que hemos preparado y las dejaremos cocer unos 20 minutos aproximadamente.

Mientras se están haciendo podemos preparar unos costrones de pan para acompañar al plato. Se pueden cortar en dados o en rebanadas pequeñas, friéndolos en un poco de aceite y dejándolos sobre un papel absorbente para retirar el exceso de aceite o si no queremos nada de aceite podemos meterlos en una tostadora o al horno.

Consejos

En este caso es mejor meter las albóndigas directamente en el caldo en lugar que freírlas dado que retendrían bastante aceite y no aportaría un buen sabor al caldo que hemos preparado.

Si no nos gustan las albóndigas de pollo podemos elegir otra clase de carne como por ejemplo ternera aunque esta carne tiende a quedar un poco seca, por lo que se puede optar por una carne mixta de ternera y cerdo o de pollo y cerdo porque el plus de grasa que tiene la carne de cerdo hará que las albóndigas queden más jugosas.

¿Más recetas? ¿Qué tal esta receta de mojo picón?.